Vengo de una familia numerosa por el lado de mi padre: Los Páez, son 12 hermanos, todos varones, son un ejemplo de familia unida, de respeto y de valores. De cada uno de ellos, mis primos y yo, nos hemos visto influenciados de alguna u otra manera, pero algo en lo que coincidimos todos es: El Fútbol.
El tema de conversación favorito de la familia es este, el fútbol, no hay un día en que no se hable de esto, en que no se discuta un partido, una jugada y se hagan presentes las bromas por las rivalidades de los equipos que seguimos… y la razón de todo esto, es que la pasión de nuestros tíos por este deporte ha sido extendida a toda la familia. 3 de mis tíos jugaron Fútbol Profesional (Richard, Raymond y Andrew), aunque se dice que esos 3 no fueron los mejores futbolistas entre los 12, pero dejaré este tema hasta aquí para no entrar en controversias… Esto llevó a que varios primos jugaran también fútbol profesional (actualmente tengo 4 primos activos profesionalmente) y que algunos de ellos hayan llegado a nivel de Selección de Venezuela, y jugar en ligas importantes en el mundo.
Hubo un fenómeno que influenció por encima de todo, no solo a mi familia sino a un país entero, y fue La Vinotinto de Richard Páez.
Richard, mi tío, el #4 en Los Páez, ha tenido muchas facetas… Ex-jugador de Fútbol Profesional, Médico Traumatólogo, Director Técnico en diferentes equipos (Alianza Lima, Millonarios, Dvo. Cuenca, entre otros) y Seleccionador de Venezuela.
Como seleccionador, se hizo cargo de un Equipo Venezolano que no tenía una historia muy positiva en el futbol mundial, y recibió a esta Selección ya eliminada para el Mundial de Corea y Japón 2002; pero ahi empezó el impacto de Richard Páez, primero en un grupo de jugadores y luego en un país completo que vió a una Selección de Venezuela diferente, con un cambio de mentalidad, con personalidad y con una identidad desarrollada, defendiendo una camiseta que por fin nos representaba; logrando borrar la impresión que se tenía a nivel internacional de Venezuela como equipo débil.
Yo crezco con Richard Páez como mi vecino, puerta con puerta, siempre muy cercanos (al igual que con toda la familia), Ricardo David, su hijo, es mi primo mayor casi como un hermano; nuestra relación siempre ha estado a una distancia muy corta. Y la admiración por lo que hicieron juntos en esa Selección de Venezuela siempre estará presente y nos llenará de orgullo a todos los Páez y a todos los venezolanos.
Estos últimos años que mi esposa y yo hemos estado trabajando en nuestro Proyecto de Negocios desarrollando equipos de alto rendimiento; la historia de Richard Páez en la humilde Selección de Venezuela siempre la hemos tenido presente, como un ejemplo de trabajo y superación, de Liderazgo y de Influencia Positiva para poder generar un Cambio de Mentalidad en jugadores profesionales de fútbol, labor que no es nada sencilla cuando se sabe que el gestionar un vestuario de futbolistas es complicadísimo.
Siempre que he tenido oportunidad, le he hecho preguntas a mi tío, de todo tipo, le pido que me cuente anécdotas, le recuerdo escenarios y le pregunto como manejaron tal o cual situación; y sus respuestas, siempre de corazón, han servido para que Heissel y yo nos llenemos de herramientas para seguir buscando construir con Liderazgo equipos que trasciendan en la Industria en la que nos desarrollamos.
Por sus resultados e impacto, mi tío Richard ha sido invitado a participar en conferencias en diferentes ámbitos tanto de temas deportivos como motivacionales y liderazgo; y para mi siempre había sido una espinita clavada el poder invitarlo a alguno de los eventos que organizamos como parte del Sistema Educativo de ntwrkrs., nuestra organización de emprendedores, y nunca habíamos encontrado la manera de hacerlo. Al llegar la pandemia, le comenté a Heissel que era el momento indicado para hacer el primer acercamiento con mi tío Richard, para que nos diese a probar un poco de sus experiencias en una entrevista.
Le hicimos la invitación, aceptó inmediatamente, le comentamos que la intención era hacer semejanzas al proceso vivido por esa “Vinotinto” para empezar a tener resultados diferentes nunca antes vistos con el proceso que vive un emprendedor, le gustó la idea y agendamos la sesión.
Yo fui el entrevistador por parte de la Organización ntwrkrs., pensé muy bien que preguntas y tópicos tocar durante la entrevista, pero algo que me tenía pensando era el como iba a dirigirme hacia el… como “tío”, como “Richard”, como “Doctor”, y decidí que fuese como saliera natural en el momento, pero a la hora de empezar, Richard ya tenía pensado como romper el hielo y al terminar de presentarlo me dice: Hola, hola, buenas noches Carlos Guillermo! Pída la bendición primero! Dios lo bendiga! no hay que perder la costumbre (tradición familiar en muchos lugares de Venezuela ).
Te dejo el link para que escuches esta conferencia; el resultado de la conversación que tuvimos fue muy productivo y estamos seguros que es el comienzo de alguna otra participación en una conferencia que lo invitemos a hacer mas adelante para ntwrkrs.
Muchas gracias Richard Páez, por ser un ejemplo en todos los sentidos.
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